Además de alegrarme enormemente esta información, no les extrañará que haya surgido en mí un cierto sentimiento de envidia: ¿porqué, entre nosotros parecería más que imposible la existencia de cineastas ateos tan cercanos y sinceros con las vidas religiosas y las realizaciones vitales dentro de la Iglesia?
jueves, 22 de abril de 2010
SANA ENVIDIA
Leo en la-Croix.com (ávido de un tratamiento del fenómeno religioso y eclesial por lo menos digno, confieso que he terminado suscribiéndome al diario francés ante el "riquísimo"panorama nacional) que Virginie Ledoyen, mujer destacada en el mundo de la cinematografía, ha dedicado su primer documental a indagar en el misterio de la vocación. Durante un mes, ha seguido, de la mañana a la noche, la vida de Máximo (34 años) doctor en en Historia del arte, Bernardo (28) de origen rumano y pasado existencial caótico, y Felipe (24) antiguo Boy Scout. Por lo visto, la cámara va escrutando estas vidas, sus motivaciones, sus luchas y sus dudas con un enorme respeto, hasta lograr, al final, establecer un diálogo intenso y cercano. Virginie Ledoyer reconoce, sin renegar en ningún momento de su ateísmo, un cambio: en ella ha llegado a producirse una cierta admiración. "Para mí, confiesa, la Iglesia era algo siniestro...He descubierto que está viva y compuesta por hombres inteligentes y buenos".
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Este curioso lugar podría llamarse la "ventana anónima" ya que no es posible saber nada de su autor...
ResponderEliminarGracias por leerlo
Desde el primer momento hice público mi perfil con nombres y apellidos. A él me remito. Gracias, de todas formas,por su intervención, tan cordial como equivocada.
ResponderEliminarFederico de Carlos